Subió hasta la cima de aquel edificio, las esperanzas escurriéndose por cada escalón, no había vuelta atrás.
Puso sus pies en el borde de la cornisa decidida a saltar, el miedo ya no era parte de su vida, la melancolía había desparecido y la dichosa felicidad era su aliada, respiro profundo y se dejo caer, sintió como el peso de su cuerpo descendía precipitosamente y fue el momento preciso para probar la confianza que había depositado en aquel ser que le robo el corazón, y que le devolvió las ganas de vivir.
Abrió sus brazos extendió las alas y voló junto a su amado, sin mirar atrás.
Muy bonito, precioso. Un apunte solo, quedará mejor tal vez. Se escribe: voló, no bolo.
ResponderEliminarbesos
Espero que ese vuelo fuera en su imaginación...Hay momentos en que la soledad y la ausencia borran la razón...
ResponderEliminarMuchos besos amgiga.
Khepri, si en cada escalón perdía una esperanza
ResponderEliminarno debió emprender el vuelo, confiar en el otro si, pero íntegra sin perder nada, mis sueños van conmigo, y mis realizaciones, no renuncio a nada
pero igual te quiero, así debiera ser.
Un besito -me dejaste sentada en la cornisa-
Lo tomo como un vuelo de libertad, de las cosas o personas que nos atan...
ResponderEliminarBesos con cariño
Que lindo, vale la pena un vuelo de esa naturaleza.
ResponderEliminarBesos.