El ocaso desaparece ante mis pupilas, la ciudad enardecida comienza a respirar lentamente, una a una se apagan las luces de cada edificio.
Seco mis lágrimas y las despido, sueño con días felices, también los entristecidos, mientras lloro y sonrío, una mezcla de frágil emoción embarga mis sentidos, observo a lo lejos desaparecer las sombras de almas silentes, quisiera desaparecer con ellas, en ellas…solo respiro hondo y siento alivio.
Alivio de poder levantarme de esta silla, de respirar por mis propios medios, de ser capaz de bañarme sola , y atar mis zapatos cada mañana , de escribir estas letras , de observar lo que me rodea , de gritar tan fuerte como pueda y oír mi voz desfallecida, siento un gran alivio de saber a ciencia cierta que estoy viva .